Puede que no hayas oído hablar de Sinners, pero en solo un fin de semana esta película de terror se ha convertido en el estreno más exitoso de una historia original en EE.UU. desde la pandemia. Con 48 millones de dólares recaudados en Norteamérica y 63 millones a nivel mundial en un solo fin de semana, el filme ha superado todas las expectativas. ¿Cómo lo logró? Te lo explicamos.
Dirigida por Ryan Coogler (Black Panther, Creed) y protagonizada por Michael B. Jordan, Sinners es un thriller sobrenatural ambientado en Mississippi en la década de 1930. Jordan interpreta a dos gemelos, Smoke y Stack, que regresan a su pueblo tras la Primera Guerra Mundial y abren un bar en un molino abandonado. Pero lo que parece ser un nuevo comienzo pronto se convierte en una pesadilla: su pueblo es invadido por vampiros.
La fórmula suena extraña, pero funciona. La crítica la ha elogiado con un impresionante 98% de aprobación en Rotten Tomatoes, y el público le dio una calificación de “A” en CinemaScore, un logro inédito para una película de terror en más de 35 años.
Un éxito inesperado
Uno de los grandes factores detrás del éxito de Sinners es la dupla Coogler–Jordan. Juntos han demostrado ser una combinación ganadora en taquilla, y esta vez no fue la excepción. El proyecto también representa un riesgo poco común en Hollywood: no es una secuela, ni parte de una franquicia. Se trata de una historia completamente original, lo que prueba que el público todavía está dispuesto a apostar por nuevas ideas cuando el talento y la ejecución están a la altura.
La producción de Sinners costó alrededor de 90 millones de dólares, más otros 50–60 millones en marketing, por lo que todavía le queda camino por recorrer para ser rentable. Pero con la recepción que ha tenido, se espera que se mantenga en cartelera por varias semanas más. Además, su estreno internacional, aunque más discreto, podría repuntar con el impulso del boca a boca.
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