Entrevistas

Carl Broemel, de My Morning Jacket: "La música es disfrutar la vida"

En una entrevista exclusiva con Concierto, el guitarrista y saxofonista repasa el nuevo disco de la banda, "Is", adelanta las celebraciones por los 20 años de "Z" —álbum que los catapultó a la fama internacional— y expresa su deseo de visitar Sudamérica con una de las agrupaciones más emblemáticas del rock estadounidense del siglo XXI. Por Felipe Ramos Hajna.

My Morning Jacket

Si el mundo del rock fuera justo, probablemente My Morning Jacket sería tan popular como Pearl Jam. Con 26 años de trayectoria, la banda de Louisville, Kentucky, ha destacado por discos que combinan guitarras sureñas al estilo de Lynyrd Skynyrd, atmósferas psicodélicas a lo Pink Floyd, pasajes acústicos reminiscentes del segundo lado de Led Zeppelin III y una dosis de funk futurista que evoca a Prince. También han tenido incursiones en el cine —como en Elizabethtown, de Cameron Crowe— y en televisión, donde protagonizaron un episodio completo de Padre de familia. Pero donde más brillan es en sus maratónicos conciertos en vivo, que a menudo superan las tres horas.

La devoción de sus fans es tal que incluso tienen su propio festival, One Big Holiday, que por años se celebró en la Riviera Maya, México. Su presentación en Bonnaroo 2008, de más de cuatro horas, aún es recordada por los covers de artistas tan disímiles como Erykah Badu, Kool & The Gang, Velvet Underground y Mötley Crüe.

En una conversación por videollamada, su guitarrista y saxofonista, Carl Broemel, se muestra relajado tras el reciente estreno de Is, título que ha hecho que tanto fans como críticos se pregunten “¿qué es?”. Broemel se alegra que de la gente se haga esa pregunta, “porque demuestra que el título es enigmático y abierto a interpretaciones. Para mí, tiene que ver con enfocarse en lo que uno puede controlar y soltar el resto. Jim (James) -líder de la banda- decía que este disco “es lo que es”, que se hizo a sí mismo. “Partimos componiendo y terminamos con este grupo de canciones que nos hizo sentir bien.”

–Tiene un sonido positivo, siendo un disco ideal para manejar por el campo. ¿Buscaban deliberadamente ese ánimo?

“Varias cosas influyeron. Primero, filtramos entre unos cien demos, lo que nos permitió enfocarnos. Luego, afinamos los arreglos con esa misma intención: que cada sección tuviera un propósito. En el pasado solíamos extender las canciones, especialmente en vivo, pero esta vez quisimos que cada parte tuviera impacto. Además, como personas estamos atravesando un momento feliz, y creo que está bien permitirse ser feliz, incluso en tiempos inciertos. Una de las maravillas de la música es eso: compartir en vivo, lejos de los teléfonos. La música es disfrutar la vida.”

–Trabajaron con Brendan O’Brien, productor de Pearl Jam, Red Hot Chili Peppers, The Black Crowes y Bruce Springsteen. ¿Qué buscaban con él?

“No estábamos persiguiendo un sonido específico de los 90, sino que necesitábamos una mirada externa que nos ayudara a pulir lo que ya teníamos. Soy fan de discos como Blood Sugar Sex Magik, y poder hablar con Brendan sobre cómo los hizo fue inspirador. Además, es un excelente guitarrista y músico, lo que enriqueció muchísimo el proceso. Su energía encajó muy bien con la nuestra, y sus críticas constructivas fueron clave para moldear las canciones”.

–My Morning Jacket ha cambiado bastante desde sus inicios, explorando el funk, el soul y otros estilos. ¿Hacia dónde apunta el viaje con Is?

“Siempre estamos abiertos a experimentar, aunque inevitablemente terminamos sonando a nosotros mismos. Hay canciones en Is que suenan nuevas para nosotros, como Let Me Know, Beginning from the Ending y Time Waited, que captura muy bien nuestro momento actual. No seguimos fórmulas: no decimos ‘hagamos un disco funk’. Simplemente fluye. Este disco se siente divertido, y estoy seguro de que en 10 años será muy gratificante tocarlo completo, como hicimos con nuestros otros álbumes”.

–Sus solos de guitarra eran una marca registrada. Algunos fans los echan de menos. ¿Qué ha pasado con ellos?

“Depende de lo que la canción necesita. En temas como Lay Low (de Z) hacíamos solos a dos guitarras, pero ahora cuando ensayamos nos gusta improvisar, escucharnos y desafiarnos como lo hacen los músicos de jazz. En Is hay solos, pero están más enfocados. Me interesa también la variedad, que haya espacio para texturas distintas, para que los teclados o las voces también tomen protagonismo. Tocar es como cocinar: a veces hay que variar los ingredientes”.

–Este año se cumplen 20 años de Z, tu primer disco con My Morning Jacket, pero también el que les dio fama internacional. ¿Qué significa para ti ese álbum y cómo lo celebrarán?

“Vamos a hacer shows tocándolo completo y lanzaremos una edición especial en vinilo. Es difícil medir lo que significó para mí. Yo y Bo (Koster) recién nos habíamos sumado a la banda y todo era nuevo. Algunas canciones eran espectaculares y otras me hacían preguntarme hacia dónde íbamos. Todo era muy inocente. Si me hubieran dicho que seguiría en la banda 20 años después, no lo habría creído. Vivíamos el día a día, sin expectativas. Eso también tiene su belleza.”

–Tienen su propio festival que han hecho en forma reiterada en México, pero nunca han venido a Sudamérica. ¿Les gustaría tocar por acá?

“Nos encantaría. Hemos estado en Ciudad de México, pero no hemos bajado más al sur. ¿Sigue existiendo Lollapalooza en Chile? Quizás podría ser una posibilidad. Estamos armando la agenda del próximo año, así que nos encantaría ir.”


Contenido patrocinado

Compartir